Escuela Infantil en El Llano. Gijón.

Proponemos un edificio sencillo, de conceptos básicos y que requiera la mínima intervención en el entorno. La propuesta se condensa en la creación de un espacio abierto, luminoso, y seguro para el desarrollo de los niños que se abre al parque y deja que este se funda con el hecho edificado. La solución arquitectónica es simple. Mediante un filtro (rampa y bloque de servicios) se protege el interior de la escuela del ruido y del ajetreo de la Avda. del llano a la vez que limita el paso de los padres hacia el interior de la zona de niños. A su vez, una gran cubierta, como si de un árbol se tratara, nos cobija, nos filtra la luz y nos da la energía del sol.

Nuestra propuesta se proyecta con el criterio de la NO modificación de la topografía existente. Se propone un desarrollo programático y funcional sobre una plataforma horizontal (con vocación de pequeña plaza
infantil) que optimiza y prolonga el nivel actual del área de juegos existente. Entendemos que la situación actual, un poco elevada sobre el vial de tráfico y a la vez recogida y protegida en un pequeño valle natural del
parque es la idónea para la ubicación de la futura escuela infantil. De esta forma los niños podrán desarrollar sus actividades alejados del ruido y alto tránsito rodado y peatonal de la Avda. del Llano en un espacio
protegido de forma natural por la topografía del parque.
Este criterio conservador nos permite la una propuesta contenida en el coste económico y en las molestias de los procesos de obra.
Como concepto visualizamos el parque y sus grandes espacios verdes ondulantes como un océano, y a la futura escuela infantil como un protegido estuario natural donde poder crecer y conocer el medio que nos
rodea.

Se propone un edificio donde el concepto de innovación sea hacer lo evidente, desarrollando los potenciales del solar y del programa mediante sencillos gestos arquitectónicos que nos ayuden a optimizar los medios
disponibles. Pretendemos construir un edificio funcional y contenido, dotado de una poética que potencie las capacidades de los niños.

La propuesta que se presenta parte de la idea del crecimiento y del conocimiento del medio. Los niños deben adaptarse al medio que les rodea y a la vez deben respetar y cuidar el entorno que les da cobijo.
La situación de la parcela es un espacio privilegiado para cumplir con esa intención, por lo que, como arquitectos, únicamente debemos ayudar a que sean las propias cualidades del lugar las que conformen el espacio
necesario.
Siempre hemos repetido, que la primera escuela fue un árbol bajo el que nuestros antepasados se reunían y cobijaban alrededor del maestro. Posteriormente la humanidad proyecto stoas porticadas dando forma
construida a lo que la naturaleza nos brindaba.
Nuestra propuesta se presenta como una cubierta a imagen y semejanza de un árbol con tres misiones:
• Dar sombra y cobijo a la plaza infantil donde se desarrollarán las actividades
• Captar la energía solar mediante paneles térmicos y fotovoltaicos a modo del proceso de la fotosíntesis.
• Aprovechar el agua de lluvia para el uso y mantenimiento de la escuela.
A través de esa cubierta se proyectan lucernarios que permitirán la entrada de luz natural matizada a través de lamas verticales que filtrarán el sol creando espacios protegidos como claros en un bosque.
Estos sencillos conceptos arquitectónicos persiguen la idea de que los niños comprendan la necesidad de que la arquitectura debe adaptarse al medio natural con el objeto de valorar sus cualidades, aprovechar sus
recursos y respetar su naturaleza.
El concepto de creatividad dentro de nuestra propuesta se encuentra en la formalización arquitectónica para la creación de los espacios necesarios para que los niños desarrollen sus más altas capacidades creativas.
El edificio se propone como un catalizador de la creatividad como nuestra mayor expresión humana, los espacios creados deben abrir un mundo de posibilidades a los ojos infantiles, deben mostrar que el camino es la
comprensión y adaptación al medio y naturaleza que nos acoge.

Nuestra propuesta se proyecta con el criterio de la NO modificación de la topografía existente. Se propone un desarrollo programático y funcional sobre una plataforma horizontal (con vocación de pequeña plaza
infantil) que optimiza y prolonga el nivel actual del área de juegos existente. Entendemos que la situación actual, un poco elevada sobre el vial de tráfico y a la vez recogida y protegida en un pequeño valle natural del
parque es la idónea para la ubicación de la futura escuela infantil. De esta forma los niños podrán desarrollar sus actividades alejados del ruido y alto tránsito rodado y peatonal de la Avda. del Llano en un espacio
protegido de forma natural por la topografía del parque.
Este criterio conservador nos permite la una propuesta contenida en el coste económico y en las molestias de los procesos de obra.
Como concepto visualizamos el parque y sus grandes espacios verdes ondulantes como un océano, y a la futura escuela infantil como un protegido estuario natural donde poder crecer y conocer el medio que nos
rodea.

Se propone un edificio donde el concepto de innovación sea hacer lo evidente, desarrollando los potenciales del solar y del programa mediante sencillos gestos arquitectónicos que nos ayuden a optimizar los medios
disponibles. Pretendemos construir un edificio funcional y contenido, dotado de una poética que potencie las capacidades de los niños.

La propuesta que se presenta parte de la idea del crecimiento y del conocimiento del medio. Los niños deben adaptarse al medio que les rodea y a la vez deben respetar y cuidar el entorno que les da cobijo.
La situación de la parcela es un espacio privilegiado para cumplir con esa intención, por lo que, como arquitectos, únicamente debemos ayudar a que sean las propias cualidades del lugar las que conformen el espacio
necesario.
Siempre hemos repetido, que la primera escuela fue un árbol bajo el que nuestros antepasados se reunían y cobijaban alrededor del maestro. Posteriormente la humanidad proyecto stoas porticadas dando forma
construida a lo que la naturaleza nos brindaba.
Nuestra propuesta se presenta como una cubierta a imagen y semejanza de un árbol con tres misiones:
• Dar sombra y cobijo a la plaza infantil donde se desarrollarán las actividades
• Captar la energía solar mediante paneles térmicos y fotovoltaicos a modo del proceso de la fotosíntesis.
• Aprovechar el agua de lluvia para el uso y mantenimiento de la escuela.
A través de esa cubierta se proyectan lucernarios que permitirán la entrada de luz natural matizada a través de lamas verticales que filtrarán el sol creando espacios protegidos como claros en un bosque.
Estos sencillos conceptos arquitectónicos persiguen la idea de que los niños comprendan la necesidad de que la arquitectura debe adaptarse al medio natural con el objeto de valorar sus cualidades, aprovechar sus
recursos y respetar su naturaleza.
El concepto de creatividad dentro de nuestra propuesta se encuentra en la formalización arquitectónica para la creación de los espacios necesarios para que los niños desarrollen sus más altas capacidades creativas.
El edificio se propone como un catalizador de la creatividad como nuestra mayor expresión humana, los espacios creados deben abrir un mundo de posibilidades a los ojos infantiles, deben mostrar que el camino es la
comprensión y adaptación al medio y naturaleza que nos acoge.